Agencia MVT / Ingrid Ahumada
JIQUIPILCO, México, 7 de Febrero del 2018.- “Como Dios me dio a entender me vine, a gatas, a ver qué había pasado con mis hijos”. Así relató Francisca Martínez, vecina de la comunidad Rancho Alegre, del municipio de Jiquipilco, su experiencia con el tornado que se registró aproximadamente a las 17:30 horas del martes 6 de febrero, el cual prácticamente dejó sin techos unas 30 casas en esa localidad y otras 15 cercanas.
Francisca Martínez señaló que ella se encontraba fuera de su casa, después de haber hecho sus tortillas a mano, lista para dar de comer a sus pequeños. “Yo estaba terminando de hacer mis tortillas, le dije a mi hijo; ya báñate, porque ya vamos a comer, y pues de repente vimos que en la parte de acá venía, yo creía que era un remolino normal, pero no se quitaba”, recordó.
“Le dije a mi niño: cierra la puerta de la cocina, ciérrate con tus hermanitos, y yo lo único que pude hacer fue meterme al baño, ahí fue mi refugio, y como dios me dio a entender, a gatas, me vine para acá a ver a mis hijos, a ver qué les había pasado. Fue horrible, mucho viento, nunca se había visto eso por aquí”, insistió.
En tanto, Abdón Segura García, otro de los habitantes de Sancho Alegro afectados por el tornado, dijo que “De repente se vino el tornado, pura polvadera, porque llovizna no era, comenzó a tronar todo y a llevarse las láminas, ya cuando se pasó vimos todo lo que se había llevado. De personas nada grave, puro material”.
También explicó que parecía que hubieran sido dos tornados al mismo tiempo, los cuales chocaron precisamente en Rancho Alegre, lo que los expertos precisan que en realidad en un solo fenómeno provocado por el choque de corrientes de aire frías y calientes, lo que forma el tornado.
“Estuvo fuerte, porque aquí haga de cuenta que eran dos, uno venía de un lado y el otro, y aquí chocaron, se hicieron uno, más grande, y se llevó todo, las láminas, hasta algunos animales”, comentó.
Lo que explica la ciencia
Por su parte, Juan Pérez Domínguez, responsable del Observatorio Meteorológico de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), explicó que las condiciones climatológicas de la zona en la que se presentó el suceso se presentan cuando existe un contraste de temperaturas altas con bajas.
«El choque que provoca esos fenómenos es lo que provoca el giro de la atmósfera, el tornado son nubes que crecen verticalmente muy alto, entonces desciende el aire frío y se mezcla con el aire caliente de la superficie y esto da origen el giro de nubes, el granizo proviene de las partes muy altas de la atmósfera, alrededor de unos 15 kilómetros, en promedio», precisó.
Argumentó que debido al clima actual la probabilidad de que el fenómeno meteorológico se repita es baja, ya que el clima ha ido mejorando gradualmente y presenta una evolución atmosférica hacia el inicio de la primavera.
«El granizo es un fenómeno digamos más importante que la lluvia, la lluvia viene de nubosidad baja, de la que hay en el verano, un fenómeno de tromba con viento y lluvia puede representar mayor peligro que una tromba con granizo y menos viento, porque eso es también una característica; si hay granizo hay menos viento», añadió.
Indicó que las trayectorias de estos fenómenos son en su mayoría de oriente a suroeste (de Lerma en dirección al volcán), es decir, nacen en las faldas de los sistemas montañosos en donde se mezclan los aires de diferentes temperaturas.
«Antes de llegar al volcán se desbarata, disminuye su fuerza, en primera, por el trayecto, la temperatura va mezclándose con los contrastes de otras temperaturas, humedad y nubosidad del lugar que va recorriendo y ya pierde la fuerza», finalizó.
Apoyan la zona afectada
Arturo Vilchis, coordinador general de Protección Civil del Gobierno del Estado de México, refirió que el tornado duró alrededor de 30 minutos, mismo que avanzó en dirección de Ixtlahuaca, Jocotitlán e incluso Jilotepec, donde se registraron 45 domicilios con afectaciones, en su mayoría de techos, debido a que éstos son de lámina y semifijos, “algunos solo con unas piedras o clavos”, acotó.
Señaló que no se registraron personas lesionadas ni fallecimientos, e indicó que a los afectados se les apoyó con cobertores y colchonetas, así como la apertura de un refugio temporal.
Al ser cuestionado sobre el apoyo de láminas para las casas de los afectados, explicó que cuentan con láminas de cartón para hacerlo; sin embargo, las personas han requerido al Ayuntamiento láminas de fibrocemento.
«En época de lluvias hacemos recorridos semanales aproximadamente por 200 puntos en las distintas zonas del estado, en los que hacemos reconocimientos de los cuerpos de agua, de los sistemas de bombeo, de los cárcamos, y eso le permite a nuestra gente estar en contacto con el contexto en el que se desenvuelven, y estar pendientes si en un momento dado es necesario que lleguen a algún punto en particular», finalizó.
