Staff MVT\r\n\r\nTOLUCA, México, 6 de julio.- Investigadores del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) de la Universidad Autónoma del Estado de México, en coordinación con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México, realizaron un análisis sobre posibles cambios en la vegetación, como consecuencia del cambio climático en la Cuenca del Río Magdalena, ubicada en la Ciudad de México.\r\nEl investigador de la Máxima Casa de Estudios mexiquense, Víctor Ávila Akerberg, comentó que hoy en día, los escenarios de cambio climático desarrollados por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático exploran vías de desarrollo alternativas, junto con las emisiones de gases de efecto invernadero.\r\nPara ello, consideró, es necesario conocer si existen transformaciones considerables en las áreas verdes expuestas a la contaminación, sobrecalentamiento y otros factores relacionados con el cambio climático.\r\nExplicó que para analizar los posibles cambios en la vegetación de la Cuenca del Río Magdalena por el cambio climático, eligieron dos escenarios que representan dos tendencias actuales que tienen que ver con un crecimiento económico lento o un mundo cada vez más homogéneo que busca alternativas energéticas para evitar la generación excesiva de gases efecto invernadero.\r\nEntre los datos obtenidos, indicó Víctor Ávila Akerberg, resaltó que la Cuenca del Río Magdalena contiene masas boscosas de Abies religiosa, de Pinus hartwegii, de Quercus spp y de bosque mixto, entre otros.\r\nAseguró que su distribución sigue patrones muy marcados relacionados con la altitud, encontrando en las partes más altas y más frías al bosque de Pinus hartwegii; en las partes medias, con los mayores niveles de precipitación, se distribuye el bosque de Abies religiosa, y en las zonas de menor altitud y con las mayores temperaturas medias anuales, se encuentra el bosque mixto y de Quercus spp.\r\nSeñaló que son los bosques templados los más sensibles al cambio climático; en este caso, dijo que los cambios pueden presentarse favorables, al extenderse la distribución actual del bosque de Abies religiosa, lo que puede llevar el bosque de Pinus hartwegii, el bosque mixto y de Quercus a espacios donde normalmente se encontraría este bosque.\r\nContar con estudios prospectivos de los efectos del cambio climático en ecosistemas de montaña permite plantear estrategias de manejo de mitigación o adaptación, afirmó el investigador del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales.\r\n