Agencia MVT / Ingrid Ahumada Mañon
TENANGO DEL VALLE, México, 21 de Marzo del 2018.- Con el objetivo de llenarse de energía y agradecer a la madre tierra, personas acudieron a la zona arqueológica de Teotenango, en Tenango del Valle, donde el color blanco en la ropa, la danza, plumas de colores, el olor a copal y limpias de diversos chamanes predominaron en el ambiente en el realizaban el ritual de fuego nuevo.
En el lugar se encontraba Atlakahuitl, nombre que recibió en un temascal, y que significa El Navegante de las Aguas de la Luz, aunque su nombre real es Marcelo Carrillo Álvarez, quien durante cuatro años consecutivos acude a la zona arqueológica para –según su tradición- honrar a los ancestros, al padre sol y las energías de los elementos.
“Es una forma de agradecer, no tanto como teníamos el concepto de venir y cargarnos de energía, esa es otra cosa muy diferente, venir de blanco es parte de la modernidad, porque de hecho el color no tiene nada que ver, tradicionalmente sí es una forma de equilibrar la energía del planeta, del universo mismo, equilibrándose cada persona es como una cadena, se empieza a equilibrar toda la energía que existe, de hecho la energía es una sola”, argumentó.
Por su parte, Maribel Martínez González, espiritista que acompañaba a Francisco Javier Jiménez, un espiritista que realizó limpias en la explanada en la que se encontraban los danzantes, explicó que su trabajo consiste en el espíritu y la energía de las personas que acuden por una limpia.
“Es para recibir energía, porque todos somos energía, estamos compuestos de energía, entonces muchas veces nuestras células se enferman por pensamientos negativos, sentimientos, emociones, entonces todo se deriva de eso, este día es especial para cada uno de nosotros porque se viene a renovar, si tu vienes, vives y tomas energía, vas a sentir la renovación dentro de ti, en especial en el espíritu que es lo que motiva al alma y al cuerpo, a la materia”, precisó,
Indicó que lo que realizan es una purificación, motivo por el que ha recibido comentarios de las personas respecto a que después de la limpia desaparece la tristeza, así como el pensamiento de la negatividad con la que en ocasiones llegan.
“Viene la gente aquí muy agobiada, de tristeza, trae el alma enferma, entonces aquí se viene uno a purificar con el copal, con el incienso y pues se va renovada”, concluyó.
Emmanuel Flores Camacho, originario de San Pedro Cholula, municipio de Ocoyoacac, con 19 años de edad, acudió a danzar con el fin de agradecer y preservar la cultura, pues señaló que decir que las personas van a cargarse de energía es una cuestión “de moda”.
“Para mi danzar es una medicina alternativa que uno como persona, pues es utilizada, y aparte de eso preservar más que nada nuestra cultura, lo que nos representa a nosotros como mexicanos, no somos aztecas, no somos indios, somos danzantes mexicas, que ahorita lo que estamos viniendo a hacer es celebrar un año más, no de un calendario azteca, estamos celebrando lo que es el calendario mexica que nos representa a todos como mexicanos”, explicó.
“La danza es una dualidad que se presenta manejando lo que son la vida y la muerte, agradeciendo los cuatro rumbos cardinales, a nuestra madre tierra que ahorita es la que se está viniendo a venerar”, dijo.
Argumentó que la cuestión de la energía por la que personas acuden días como este se ha manejado durante mucho tiempo como un mito; sin embargo, dijo que la mente es poderosa y el cuerpo realizara lo que la mente crea.
“Tiene de cierta parte verdadero, porque nuestros abuelos no por nada lo hacían, no por nada venían aquí a llenarse de energía, pero hay gente que solamente viene como moda, gente que solamente viene a ver como turista”.
Subrayó que en la actualidad las personas acuden con atuendos que “no les corresponden”, al igual que el plumaje, mismo que –dijo- se decía que se ganaba una pluma por danza del animal que fuera obtenida, dependiendo el cargo de quien la portaba.
“El plumaje que ahorita traigo es recorrido en danzas, por ejemplo, la pluma azul que ahorita traigo me representa a mí, más que nada la fuerza y la vitalidad de la vida, traigo de guacamaya, de faisán, de gallo”.
Finalmente, sostuvo que los cráneos que algunos danzantes portan en sus penachos representan su esencia como guerreros, los cuales son de animales como león, jaguar, leopardo e incluso de oso.
