José Contreras Contreras
TOLUCA, México, 28 de Marzo.- La presunta negligencia de directivos del Centro de Prevención y Rehabilitación Social Santiaguito, en Almoloya de Juárez, ya le costaron la visión en ambos ojos y ahora sus extremidades superiores e inferiores están prácticamente atrofiadas, lo que convirtió a José Manuel Alvarado Téllez prácticamente en un “vegetal” que vive tirado en el rincón de una celda donde no es capaz de realizar ni sus funciones básicas de alimentación e higiene.
Evangelina Téllez Moreno, madre de José Manuel, hizo un llamado a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), al gobernador Eruviel Ávila Villegas, y a la Dirección General de Prevención y Readaptación Social del gobierno mexiquense, para que se revise la situación de Alvarado Téllez y proporcionen la asistencia que requiere para mínimamente sobrevivir en la penitenciaría.
José Manuel Alvarado Téllez ingresó al inicio del año 2015 a la penitenciaría de Santiaguito, acusado de robo; en calidad de procesado, fue elegido por un grupo de presos que ostentan el poder al interior del penal para realizar labores de limpieza en lo alto del llamado Lunario, mejor conocido como El Papalote, que no es otra cosa que una gran lona sostenida por postes para generar sombra en el área de visita familiar de los presos.
Otros presos amarraron a José Manuel de cuerdas para que pudiera subir a lo alto del Lunario a limpiar y reparar los amarres, pero cuando estaba en lo alto las cuerdas se rompieron y él cayó de más de cinco metros de altura. El golpe le causó lesiones severas, sobre todo fracturas en brazos, piernas, costillas y cabeza.
La única atención que recibió fue llevarlo a la enfermería del penal, donde, sin sacar radiografías, decidieron prácticamente enyesar tres cuartas partes de su cuerpo y así lo tuvieron más de un mes para que supuestamente se recuperara.
Evidentemente esa no era la atención que requería, y cuando le fue retirado el yeso, prácticamente nada la funcionaba correctamente, una pierna le quedó desnivelada, el brazo izquierdo no le funcionaba correctamente y comenzó la pérdida de la visión.
Por esos hechos, el 23 de julio del año 2015, el preso interpuso una demanda bajo el folio CI-1615 PEM/QD1117/1782/2015, así como una protesta ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, que quedó registrada como CODHEM/SP/593/2015, pero nada ha pasado.
A pesar de que el interno José Manuel Alvarado Téllez ha solicitado se le permita acceder a un tratamiento médico adecuado, éste se le ha negado, y en septiembre del 2015, en lugar de obtener permiso para atenderse médicamente, se le retiraron las terapias que el médico ordenó, y se le dijo a su madre que si querían seguir dándole ese tipo de tratamiento, tendría que ser ella la que llevara al penal al especialista y pagara por el servicio.
La condición económica de la familia no ha permitido hacerle llegar las terapias de rehabilitación con la regularidad que él requiere, y en la penitenciaría, en lugar de alguna mejora por su condición de salud, ha recibido todos los malos tratos que se pueden tener en esas condiciones, como enviarlo a una celda en un segundo piso, cuando prácticamente no puede caminar.
“Lo que están haciendo con mi hijo es simplemente matarlo poco a poco, porque como no ha recibido ningún tratamiento médico especializado su condición empeora cada día más”, dice la señora Evangelina Téllez Moreno.
Además estableció que las autoridades del Poder Judicial no han hecho nada para aclarar la responsabilidad de quienes causaron el accidente de José Manuel, pues a más de un año del proceso simplemente se ha querido responsabilizar a dos custodios, los cuales, por cierto, ya ni siquiera trabajan en la penitenciaría estatal de Almoloya de Juárez.
“Y los directivos, y el Jefe de Seguridad, quiénes son los responsables de poner a hacer un trabajo de ese riesgo a un joven que ni siquiera tenía por qué hacer esas tareas, por el simple hecho de ser procesado. Los trabajos son para los sentenciados, no para los procesados”, señaló la madre del accidentado.
Por ello, llamó al Poder Judicial del Estado de México a aplicar la ley de forma correcta y no de manera selectiva, “pues lo único que se está provocando es más complicidad e impunidad de los verdaderos culpables”, concluyó.