TEXCOCO, México, 19 de Julio.- Es de suma importancia que padre e hijos se cuiden entre sí, y sepan cómo identificar si alguien padece algún atropello. La persona que es violentada, sea niño, adolescente o adulto, se aísla, baja en su rendimiento escolar, siempre se le ve temeroso, pierde seguridad en sí misma, ya no quiere ir a la escuela.\r\n»Denunciar el abuso y al abusador está bien, pero es imprescindible acercarse a la víctima de bullyng», así lo manifestó Edith Guadalupe Martínez Loera, Maestra en Ciencias Sociales, durante una conferencia denominada Diálogo Sí, Violencia No, en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario (CCMB).\r\nAnte la preocupación de combatir el incremento de violencia en los centros escolares del Instituto Mexiquense de Cultural (IMC), invitó a la académica a charlar ante niños, de entre 6 y 15 años de edad, padres de familia y maestros de la entidad, sobre los tipos de violencia y los escenarios donde sucede este comportamiento.\r\n»Una vez que identificamos al chico que padece abuso, hay que trabajar con él, devolverle la seguridad y vinculándola de nuevo con su comunidad», explicó Edith Martínez.\r\nSeñaló que los lugares a donde más se viven estas experiencias traumáticas son la escuela y la casa, pues la mayoría de las veces es la propia familia la que las propicia. Es por ello que se debe trabajar en ese tema pues de no hacerlo las consecuencias para quienes realizan esas prácticas podrían traer consecuencias terribles para ellos y para la comunidad. «Los agresores pueden convertirse en delincuentes», advirtió Martínez Loera.\r\nDe ese modo la investigadora exhortó a la audiencia «a que denuncien cualquier caso de abuso; que no les importe si les llaman Gallinas, lo importante es cuidarse unos a otros y evitar que sus compañeros o ustedes mismos sufran algún daño».\r\nLa también egresada de la Escuela Pedagógica Nacional, dio a conocer que actualmente el bullying se ha segmentado de la siguiente manera: Bloqueo social (29.3 %); hostigamiento (20.9 %); manipulación (19.9 %); coacciones (17.4 %); exclusión social (16.0 %); intimidación (14.2 %); agresiones (13.0 %) y amenazas (9.1 %).