Toluca, Méx., 12 de marzo de 2008.- La fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) recibió con agrado la renuncia del ex Procurador General de Justicia del Estado de México, Abel Villicaña Estrada, y la tradujo como “buena voluntad por parte del Ejecutivo estatal”; sin embargo, no quedaron satisfechos del todo, dijo el diputado perredista Roberto Río Valle.\r\nEl vocero de la fracción perredista en la LVI Legislatura local aseguró que el actuar del ex Procurador dejó mucho que desear, ya que dejó muchas cosas enterradas y pendientes, como el esclarecimiento del asesinato del ex presidente municipal de Tlatlaya, Juan Hernández Bernardino; el asesinato de los periodistas de Chimalhuacán; el esclarecimiento de los degollados y de una decena de levantamientos.\r\nRío Valle afirmó que se pretende dejar en el olvido asuntos como el enriquecimiento ilícito del ex gobernador Arturo Montiel Rojas, el abuso de autoridad cometido por los cuerpos policiacos del Estado de México en San Salvador Atenco, que fueron debidamente documentados pero que el ex procurador les dio carpetazo.\r\nEl legislador perredista sostuvo que, además, en los 18 meses que estuvo al frente de la Procuraduría se incrementó el número de robos de autos, aumentó la delincuencia organizada, el narcotráfico, los feminicidios y se desató también la delincuencia en diferentes municipios del sur de la entidad, lo que se ha traducido en asaltos, asesinatos y levantotes, entre otros.\r\nFinalmente, confió en que la propuesta que haga el Ejecutivo al Congreso local para sustituir a Villicaña Estrada, se asuma con criterios jurídicos y tomando en cuenta la capacidad de los candidatos, no con base en el compadrazgo y, menos aún, el cumplimiento de compromisos políticos. \r\n