METEPEC, México, 12 de Feb.- Mario Luis Fuentes Alcalá, presidente del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo Social (CEIDAS), dio a conocer que se prepara un diagnóstico de la violencia en el Estado de México, documento que detallará la situación de ese fenómeno social en cada uno de los 125 municipios de la entidad, desde sus causas hasta los efectos.\r\nFuentes Alcalá indicó que se trata de un trabajo conjunto de CEIDAS con el Gobierno del Estado de México, a través de la Secretaría de Desarrollo Social, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, el Consejo Estatal de Población, y los ayuntamientos de los municipios más conflictivos en la materia.\r\nAcotó que, hasta el momento, se observa que el consumo de alcohol entre la población mexiquense, sobre todo entre los jóvenes, es uno de los principales detonantes de la violencia.\r\n»La mayoría de los delitos y casos de violencia en los que están implicado jóvenes, y cuyas víctimas son principalmente adultos mayores, niños y mujeres, surgen en el estado de inconsciencia que se genera tras el consumo de bebidas alcohólicas», refirió.\r\nPor ello, precisó que iniciativas como el Pacto Social por la Convivencia Responsable suscrito este martes en Metepec, es un muy buen paso para el control de la violencia, aunque aclaró que todavía falta mucho por hacer en ese rubro, pues es necesario llevar esta iniciativa a un ámbito geográfico mayor, incluso estatal o nacional, pues el problema es común en muchas entidades del país.\r\nAclaró que esto demuestra que las campañas promocionales en las que vía radio y televisión se convoca al consumo responsable de alcohol, han servido en realidad de muy poco, y dijo que eso se debe a que se han quedado en un solo nivel de la sociedad, y a ello se le debe sumar la participación de las empresas que producen las bebidas y también de los sitios donde se les sirven a los jóvenes.\r\nPor último, Fuentes Alcalá se pronunció por la cero tolerancia en el consumo de alcohol entre los menores de 18 años, y dijo que los establecimientos que lo permitan, induzcan o favorezcan, deben ser clausurados, pero también habría que pensar en sanciones para los padres que dejen a niños y jóvenes consumir, aunque sea una cerveza.