Staff MVT
TOLUCA, México, 26 de Abril.- La muerte del presidente municipal de Jilotzingo, Estado de México, Juan Antonio Mayen Saucedo, pudo tener como origen un “ajuste de cuentas” entre dos grupos delictivos y el haberse negado a pagar una extorsión a cambio de su integridad física, de acuerdo con las primeras indagatorias de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM).
El titular de esa institución, Alejandro Gómez Sánchez, ofreció una entrevista radiofónica para el programa que conduce la periodista Denisse Maerker, en la cual dio a conocer detalles de las indagatorias que se llevan a cabo sobre el ataque armado en el que asesinaron al presidente municipal de Jilotzingo, quien fue postulado a ese cargo por el Partido Acción Nacional (PAN).
Gómez Sánchez dijo que el presidente municipal de Jilotzingo, Juan Antonio Mayen Saucedo, pudo tener “ciertos vínculos” con un sujeto identificado como Rodolfo Olivares Aguirre, apodado El Bruja, cabeza de una célula delictiva que opera en la zona norte del Valle de México, a quien también asesinaron un par de meses antes del ataque contra el alcalde mexiquense, como resultado de la disputa por el control de la región para el trasiego de estupefacientes y otras actividades ilícitas.
De acuerdo con esa versión, el grupo delictivo que disputaba el control de la zona norte del Valle de México, en los límites con el estado de Querétaro, fue el responsable de la muerte del presidente municipal de Jilotzingo, Juan Antonio Mayen Saucedo, y también de Rodolfo Olivares Aguirre, alias El Bruja.
El Procurador mexiquense también hizo saber que ese grupo delictivo extorsionaba al presidente municipal, solicitándole cantidades de dinero a cambio de su integridad física y de mantener en paz a Jilotzingo.
Sobre esa presunta extorsión, se informó que el presidente municipal sí presentó la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público del Estado de México, por lo que la instancia judicial ya investigaba el hecho cuando ocurrió el ataque en el que murió Mayen Saucedo.
Aunque la Fiscalía de Asuntos Especiales de la PGJEM no descarta ninguna línea de investigación en este caso, la más firme parece ser precisamente la del “ajuste de cuentas” entre grupos delictivos y el haberse negado a la extorsión de que era sujeto el presidente municipal de Jilotzingo.
El Procurador mexiquense aclaró que se trata de una investigación en proceso, por lo que muchos detalles de la misma no pueden darse a conocer en respeto a la secrecía a la que están obligados, pero señaló que se irá hasta las últimas consecuencias para dar con los responsables del ataque al presidente municipal de Jilotzingo.