Filiberto Ramos
TOLUCA, México, 31 de Oct.- Entre vestidos de colores llamativos que se ajustan a las curvas, aunque no las tenga, asemejando a una modelo de este siglo pero que vivió hace varios cientos de años atrás, es como se puede mirar, admirar e incluso hacer una caravana a la catrina, que se encuentra en exposición en el Museo de las Torres Bicentenario de Toluca.
La catrina, calaca, huesuda o la parka, como también se le nombra, es la misma que José Guadalupe Posada dibujó hace más de un siglo, pero con atuendos que estudiantes de la escuela de moda Mayest de Toluca le confeccionaron para vestirla para la celebración del Día de Muertos en este siglo.
“La tela con que vestí a mi catrina estaba guardada desde el año dos mil, mi abuelita la compró para un vestido pero ya no la usó, entonces le pedí que me la regalara y comencé a darle forma al vestido, con colores que son muy mexicanos”, explicó Moisés Medina, estudiante participante.
La exposición consta de seis piezas y un altar como ofrenda, los cuales estarán dispuestos hasta el 14 de noviembre en el vestíbulo del museo.
Algunos estudiantes duraron dos meses, tres e incluso cuatro para terminar sus prendas, las cuales todas tenían que cumplir con el símbolo cultura del Dos de Noviembre y respetar el estilo de la catrina.
Marlen Torres, otra de las estudiantes expositoras, explicó que su catrina refleja a la mujer criticada por su forma de vestir a finales de 1800, pero que al dotarla de curvas y escotes atrevidos, su huesuda echa abajo esos complejos vistiendo a la moda.
“La catrina era criticada por su forma de vestir, pero traté de darle sensualidad y transparencia con materiales clásicos como los encajes”, compartió la aspirante a diseñadora.
Como parte de los símbolos culturales, la catrina no solo robó en algún tiempo las planas del Ahuizote, mofándose de la pulcritud de la decencia de aquel entonces, ahora entra al mundo de la moda para posar como la modelo que encarna los mitos, complejos y virtudes de las mexicanas.